ECONOMÍA

P: ¿Una economía en crecimiento requiere una población en crecimiento?
Muchos economistas que apoyan el libre mercado dicen que los negocios en general necesitan una población creciente para ser exitosos. Pero, en realidad, el dinero compra cosas, la gente no.
Por ejemplo: si quieres tener éxito vendiendo zapatos, una Imelda Marcos es mejor que cualquier aldea entera. El número de pies por calzar es irrelevante si no tienen dinero para comprar zapatos.
Los negocios no necesitan que prospere más gente, necesitan que la gente prospere más.
Ajustemos los sistemas económicos para mejorar las condiciones de la población
Nuestro sistema económico actual parece depender solamente de una población en constante crecimiento. En realidad, con una densidad creciente, unas personas se benefician mientras otras sufren. Toda la vida natural sufre con el crecimiento humano, pero los sistemas económicos ignoran ese costo debido a que su precio no está etiquetado. Por tanto, observemos la economía sólo por cuanto afecta a los humanos que se supone debe servir.
Una fuerza laboral grande y reemplazable beneficia a los propietarios, pero pone el trabajo en desventaja. Los obreros con hijos que mantener no pueden darse el lujo de hacer huelgas prolongadas ni arriesgarse a ser reemplazados permanentemente. Un desempleo alto reduce los salarios, mientras que una demanda alta de trabajadores incrementa el salario y los beneficios.
Las nuevas viviendas dan empleo a los trabajadores de la construcción y más capital a los inversionistas para proyectos futuros. Sin embargo, gran parte del costo de expandir el hábitat humano lo pagan quienes ya viven en el área: sus impuestos deben subir para subsidiar el crecimiento poblacional. Con un cambio en las prioridades, mantener y mejorar los edificios existentes podría generar tantos empleos como las nuevas construcciones.
Las empresas dedicadas a cubrir las necesidades de niños y jóvenes tendrán menos clientela a medida que la tasa de natalidad baje; sin embargo, menos clientes no significan automáticamente menos ingresos. Muchos clientes potenciales no pueden adquirir los productos ofrecidos y, con familias más pequeñas, es más probable que se tenga dinero para gastar en productos para niños. Frecuentemente, las compañías también se orientan a grupos de otras edades; el dinero que no se use en necesidades infantiles estará disponible para esos productos y servicios.
Puede que la educación parezca depender de un flujo de nuevos estudiantes creciente o, al menos, constante. Sin embargo, darles una educación adecuada incrementa los impuestos en las economías locales, y muchos ciudadanos se resisten a pagar. Con menos estudiantes, el tamaño de las clases se puede reducir y se reducirían los gastos de capital para nuevas escuelas. Las escuelas existentes podrían obtener las reparaciones y mejoras que necesitan. A semejanza de la diversificación que ocurre en otras empresas, las escuelas podrían dirigir sus servicios a grupos de otras edades sin exceder sus capacidades.
Las "cadenas de cartas" que involucran dinero y los diseños financieros "piramidales", como el esquema de Ponzi, son ilegales porque benefician solamente a los primeros en llegar y colapsan cuando no hay más gente nueva que pague. Está prohibido en el sector privado, pero muchos sistemas gubernamentales de jubilación dependen, insosteniblemente, de un número creciente de asalariados pagando cuotas. Los sistemas que dependen del crecimiento fallan finalmente, como siempre pasa con los esquemas piramidales.
Cuando nuestra densidad poblacional empiece a mejorar y se hagan ajustes sensatos, los sistemas económicos en general se volverán más sostenibles y, potencialmente, más justos.

P: ¿Quién pagará nuestra pensión cuando seamos viejos? Aunque la mayoría de los sistemas de pensiones se financia con los impuestos de los asalariados, el concepto de necesitar que la gente joven sostenga a los ancianos es obsoleto. Si se usan responsablemente, los productos de las revoluciones industrial y tecnológica podrían satisfacer nuestras necesidades sin vender a nuestros hijos a la esclavitud asalariada.
Los sistemas de seguridad social son artificiales, así que pueden hacerse ajustes para modificarlos, como una reducción en el número de trabajadores potenciales.
La automatización elimina más trabajadores de la nómina que el control de natalidad. Los dueños de los robots se quedan con los salarios que antes pagaban a los obreros, sin destinar ningún porcentaje al fondo de pensiones. Podrían hacerse los ajustes necesarios.
El desempleo revela que ya tenemos suficientes trabajadores potenciales. Un incremento en el empleo y en los salarios incrementará también los fondos que se paguen al seguro social.
En los Estados Unidos se está jugando con los contribuyentes. Para seguridad social se obtiene más dinero del que se gasta, pero el excedente desaparece en vez de ser invertido para futuras pensiones.
La solución para que no nos roben los huevos del nido es no poner más huevos.

P: ¿La conservación es la respuesta para la escasez de recursos? Aproximadamente, cada nuevo humano que no creamos es el equivalente de reciclar un 100% durante 72 años. Ahorramos más de 50 años en uso de automóvil, evitamos toneladas de contaminación y prevenimos el potencial de procreación adicional 20 años después.
Cuando el impacto que los descendientes de nuestros descendientes tendrían sobre la biósfera terrestre se suma a lo que estamos ahorrando, se torna astronómico. Y si decidimos no procrear otros dos más de nosotros, el ahorro es astronómicamente doble.
Los voluntarios que están dispuestos a hacer más que un compromiso podrían considerar no producir 10 nuevas personas: 720 años humanos de consumo y contaminación industriales evitados por una sola pareja. ¡Felicidades!
Ya hablando en serio, el agotamiento de los recursos concierne mayormente a la humanidad, no a la ecósfera. La extracción de recursos hace colapsar los ecosistemas, de manera que, cuando un recurso se agota, la vida puede empezar a recuperarse allí.
Muchos creen que la Tierra es capaz de proveer una cantidad interminable de recursos. The Economist afirma, por ejemplo: "La idea de un número creciente de personas peleando por un pastel de recursos recursos limitados es un disparate maltusiano..."
Resulta grato pensar en un utópico cuerno de la abundancia, pero sólo en un cuerno podremos clavar los dientes cuando los recursos lleguen a su límite.
Aunque la humanidad tiene razón en inquietarse por la escasez de recursos, la pérdida de vida salvaje es mucho más grave y ni siquiera la tomamos en cuenta. No es un recurso si no podemos usarlo. A diferencia del cobre, que según el fallecido Julian Simon puede ser suplido por otro material si se nos agota, las áreas silvestres son definitivamente finitas.

P: ¿La sobrepoblación no es peor en los países pobres? Hay dos aspectos principales de la sobrepoblación: el ecológico y el humano.
En países con altas tasas de natalidad y hambrunas recurrentes, el impacto en los humanos es mayor. En países con bajas tasas de natalidad y alto consumo, el impacto al ambiente es mayor. Necesitamos trabajar en ambas áreas para aliviar el sufrimiento humano y la degradación ecológica.
Actualmente, un humano que nace en la parte adinerada del mundo tiene un impacto ambiental mucho mayor que uno nacido en un país pobre. No obstante, las actividades de los pueblos agrícolas pobres también tienen impacto en el ambiente.
La recolección de leña y el pastoreo en los límites de los desiertos ocasionan que éstos se expandan. En África se ahuyenta a las personas hambrientas de las zonas de caza disparando a los intrusos. A medida que vaya creciendo el número de personas hambrientas, esta imperdonable tarea se tornará más difícil. Si algún gobierno es derrocado y los funcionarios que regulan la caza son despedidos por un tiempo, muchas especies podrían ser cazadas hasta la extinción en corto tiempo.
La contaminación proveniente de una ciudad sobrepoblada en un país no industrializado tiene menor duración que la de nuestras ciudades industrializadas. Chernobyl será radiactiva por unos 24.000 años, mientras que la contaminación orgánica de un río se desagua en pocos años.
Los llamados países en desarrollo están aventajando a las naciones industrializadas en el consumo de combustibles fósiles y producción de desechos tóxicos. Gran parte de esta industria es importada de los países industrializados para sacar provecho de la mano de obra barata. Los obreros con bajo sueldo son otro resultado de las altas tasas de natalidad.
Sea que vivamos en medio de la abundancia o estemos muriendo de hambre, nuestras vidas y la salud del planeta recibirán los mayores beneficios si dejamos de reproducirnos.

P: ¿La causa de las hambrunas no es la distribución desigual de la riqueza, en vez de la sobrepoblación? Esta opinión la apoyan poderosas evidencias. Un pequeño porcentaje de la población mundial usa la mayor parte de la energía y recursos. Una distribución equitativa podría eliminar el hambre por un tiempo.
Haciendo a un lado por un momento la idea de que los humanos que no nacen no morirán de hambre, la principal causa del hambre hoy en día es la explotación económica. En vez de cultivar alimentos, las regiones explotadas deben cosechar fondos para pagar los intereses de sus deudas externas. Las ganancias de la extracción de recursos naturales podrían cubrir las necesidades de la gente si no fuera por la codicia.
Sería apenas justo que los adictos al consumo practicáramos más la conservación, pero la tajada grande del pastel de la Tierra pertenece sólo a un uno por ciento de la humanidad. La fuerza bruta, al igual que siempre, es lo que sostiene este antiguo orden mundial.
Un decremento de la raza humana no traerá automáticamente la justicia económica, pero la hará posible. Cuanto más pequeña sea la familia humana, más fácil será alimentar a todos los que se sienten a la mesa.
Desde un punto de vista ecocéntrico, estamos desplumando una gallina bien flacucha, y a esta gallina no le importa quién se queda con la pata y quién con el cuello.
Número calculado de raciones que se necesitan hoy en la mesa de la familia humana:
Contador de nacimientos y muertes en tiempo real
Oficina del censo de los Estados Unidos

P: ¿El capitalismo es la causa principal de la destrucción ambiental?
Las economías modernas aún se basan en el antiguo método de usar y tirar. Este método asume que hay recursos ilimitados y que es posible un crecimiento ilimitado. Sabemos que eso no es cierto; aun así, permitimos que sigan dirigiendo nuestras economías como si lo fuera.
Usar y tirar fue sostenible por miles de años en regiones de población poco densa. Cuando un pueblo volvía a un área que ya había sido "usada y tirada", los recursos se habían recuperado lo suficiente como para hacerlo de nuevo. Todavía usamos y tiramos, pero ahora no le damos tiempo de recuperarse debido a nuestra población abundante y unos ciclos, en consecuencia, cortos. (Amén de que permanecemos en el mismo lugar la mayoría del tiempo. N. del T.)
La mayoría de las economías industriales modernas depende de un exceso de mano de obra reemplazable, disponibilidad de materia prima, escasez de bienes y necesidades ilimitadas.
Un sistema económico sostenible se basa en la realidad de los límites del crecimiento y una preocupación por los efectos a largo plazo. En vez de agotar los recursos y tirar los desechos, un sistema sostenible conserva y reutiliza.
Para mantener andando la maquinaria de la explotación de recursos, estamos sacrificando la verdadera riqueza de la Tierra: la vida misma. Este monstruo insaciable parece decidido a consumir toda la vida del planeta, y estamos esforzándonos al límite por seguir alimentándolo. Se sostiene principalmente con nuestra descendencia. Deberíamos dejar de sostenerlo.